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De nuevo las decisiones adoptadas por este Gobierno de mayoría absoluta de José María Aznar levantan ampollas aquí y allá, y esta vez a nuestras Islas les toca de lleno. Se trata de las medidas liberalizadoras que ha anunciado el Gobierno de Madrid y que, según opina el president Francesc Antich, pueden dañar gravemente a nuestra Comunitat Autònoma. Por ello, el equipo del Consolat de la Mar se ha puesto manos a la obra para presentar recursos contra algunas de las decisiones del Ejecutivo central.

No es para menos la cosa. Resulta que las medidas recién anunciadas podrían provocar que, por ejemplo, la empresa energética ENDESA dejara de invertir cifras millonarias en Balears, que vendrían a aliviar en cierto modo la precaria situación eléctrica que padecemos.

Y hay más. La decisión de liberalizar los horarios comerciales choca de frente con las competencias sobre comercio que están en manos del Govern balear, por lo que Antich ya ha hablado de presentar un recurso de inconstitucionalidad sobre este asunto. Y la modificación de la ley del suelo propuesta en Madrid también podría tener graves consecuencias aquí, pues se teme que los precios de los solares se disparen todavía más y se multiplique el número de terrenos urbanizables.

Así las cosas, hay que preguntarse con qué rasero miden el país desde el Gobierno central. Porque las Islas han estado siempre un poco abandonadas y parece que las cosas no van a mejorar, al menos para Balears, porque en Canarias van logrando, poco a poco, lo que ambicionan. Parece que, en este sentido, la mayoría absoluta de Aznar no va a beneficiar en nada a los pequeños, como somos nosotros. Quizá la actitud de Antich consiga hacer reflexionar a algunos, aunque sólo sea por solidaridad.