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Las parroquias mallorquinas acostumbran cada sábado a confirmar a grupos de jóvenes en la fe en Cristo, sobre todo después de Semana Santa y tras el verano. Hasta la fecha se han efectuado 1.238 confirmaciones en Mallorca, aunque cuando termine la época estival se celebrará otro número importante de confirmaciones, según el Obispado. La confirmación es el sacramento en el que el cristiano recibe la fuerza del Espíritu Santo que le capacita para ser testigo de Jesús, es decir, para vivir los valores evangélicos.

Así la define el vicario episcopal de Palma, Jaume Alemany, encargado de las confirmaciones que se celebran en este municipio. El vicario confirma que desde cinco años atrás se confirman menos jóvenes, sin embargo, son cada vez más los que eligen esta opción libremente. En los últimos cinco años, se han celebrado una media de 1.700 confirmaciones anuales "1.498 en 1995, 2.368 en 1996, 1.385 en 1997, 2.093 en 1998 y 1.392 en 1999". La variación en casi el doble de un año a otro se debe a que algunas parroquias celebran confirmaciones cada dos años.

«A veces esta opción supone ir contra corriente y, por eso, hoy más que nunca se ve la necesidad de recibir la fuerza del Espíritu Santo para vivir la fe. La confirmación no es un hecho mágico, al contrario, los creyentes se preparan mediante la adquisición de una serie de conocimientos», explica Jaume Alemany. Para el vicario episcopal, se ha perdido un «cierto complejo» en relación a años anteriores a manifestar lo que uno piensa, «en cambio, antes parecía que se tenía que justificar esta opción».