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«Creo que el sentimiento generalizado es de paralización y, desgraciadamente, de situaciones absurdas, de ridículo, que no nos conducen a ningún sitio. Nuestra obligación es ayudar a que este espectáculo no vaya a más y que se produzca una reconducción de la política». Con esta contundencia se expresó en la mañana de ayer el ministro de Medio Ambiente y presidente del PP balear, Jaume Matas, en la rápida visita que hizo a Eivissa para clausurar las jornadas parlamentarias que los diputados autonómicos de su formación han llevado a cabo en los dos últimos días.

Matas se refirió explícitamente a la labor de la izquierda durante su primer año al frente del Govern de les Illes Balears y consideró que las cosas «no funcionan». En su opinión, Balears está poniendo en peligro su «negocio turístico» con un impuesto que «no se ha hecho bien», está empeorando su sistema educativo, ha paralizado cualquier nuevo proyecto en materia sanitaria o de carreteras y no es capaz de llevar adelante obras serias para solucionar el problema del abastecimiento de agua.

Según el ministro, el balance que hace el Partido Popular es muy negativo, aunque, en su opinión, tampoco es demasiado bueno el que en estos días realiza el votante de izquierdas, que considera que este año ha sido «decepcionante porque no están cumpliendo las promesas». Matas se preguntó dónde están las mejoras anunciadas para evitar, por ejemplo, la venta de fincas a extranjeros o para fomentar la agricultura. Precisamente en referencia a la agricultura Matas consideró que este último año «es mejor olvidarlo», dados los conflictos, problemas del sector y la dimisión del conseller del ramo. «Si quitamos la subida de sueldos, no hay ninguna medida que resaltar», criticó el ministro, que sí hizo especial referencia a las campañas publicitarias de la izquierda en las que se dan a conocer incluso cosas que todavía no están aprobadas, refiriéndose de forma clara a la ecotasa.