TW
0

El 70% de las farmacias de Mallorca, y el 95% en las islas de Menorca y Eivissa, cerraron ayer sus puertas como medida de protesta puntual a las medidas adoptadas por el Gobierno para frenar el gasto público en medicamentos. Un cierre, que osciló entre la hora y la hora y media, y que fue perfectamente «disfrazado» por el Colegio de Farmacéuticos de Balears para no incumplir con ninguna normativa.

Antonio Real y Pedro Fornés, presidente y vicepresidente respectivamente de los farmacéuticos de las Islas, señalaron que el cierre se produjo no como protesta, sino para poder asistir a las «importantes» y «trascendentales» asambleas extraordinarias que se habían convocado a las 12.30 horas en las tres islas para tratar el decreto de medidas liberalizadoras del Gobierno. Para evitar la desatención de los ciudadanos hubo una serie de farmacias de guardia que en el caso de Palma fueron seis. Por la tarde las farmacias abrieron con normalidad cumpliendo así con las siete horas de apertura mínima marcada por la normativa vigente el día que se convocaron las asambleas.

Las asambleas tuvieron lugar en cada una de las tres islas y contaron con una participación de entre el 80% y el 85% de los colegiados. En ellas se acordó respaldar la presentación de un recurso contencioso-administrativo contra el «polémico» decreto al considerarlo inconstitucional; la revisión del convenio con el Insalud y su denuncia si no hay acuerdo y se confirma el incumplimiento de varios puntos de dicho concierto y que hasta ahora estarían siendo «permitidos» por los farmacéuticos; y sumarse a cualquier acto de protesta que el máximo órgano de representación de los farmacéuticos españoles decida en adelante.