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Los pilotos han exigido a la dirección de Spanair que garantice la estabilidad de los puestos de trabajo en la compañía, amenazada, según ese colectivo, por la puesta en marcha de AeBal (Aerolíneas de Balears) y la posible cesión de los vuelos transoceánicos a Air Plus, para cesar en sus actuaciones, que están obligando a la empresa a cancelar vuelos y a retrasar la mayoría de sus operaciones. Ayer, Spanair anunció la cancelación de nueve vuelos, cuatro de ellos desde Palma, y retrasos de dos horas de promedio en otros trayectos por «razones operativas», según la portavoz. Para afrontar la difícil situación, Spanair «subcharteó» los vuelos Palma-Burdeos y Palma-Brest con aviones de Futura y Air Europa con el objetivo de recolocar a los pasajeros afectados.

Ya el pasado martes, un total de 23 vuelos de salida de Spanair fueron cancelados debido a la aplicación «estricta» del convenio colectivo por parte de sus pilotos, que realizaron las rotaciones de las aeronaves y sus tripulaciones de manera «más lenta» de lo habitual. Según Spanair, el cumplimiento «a rajatabla» del convenio colectivo por parte de los pilotos no tiene «nada que ver» con una «huelga de celo» no declarada por parte de la plantilla, que se ha visto reducida por la contratación de 25 de sus copilotos por la compañía Iberia.

La aerolínea afirma, asímismo, que el incremento de vuelos con destinos vacacionales en la época estival que en estas fechas se suman a los regulares de la compañía, tampoco ha influido en las cancelaciones ni en los retrasos. Según Spanair «es absolutamente falso que se haya decidido traspasar los vuelos transoceánicos a Air Plus (compañía propiedad del presidente de Spanair, Gonzalo Pascual), como creen los pilotos y los tripulantes de cabinas». Las quejas contra la compañía aérea, con base en Palma, se siguen acumulando en los organismos oficiales y la portavoz admitió que la situación «es difícil», aunque matizó que «se está superando».