Atención a este dato, que puede dejar catatónico a más de uno: la valoración de Ismael y de Ania cae en picado. Unos dicen que la modelo debe ganar «por todo lo que ha aguantado», otros afirman que «es mezquina porque en cuanto se ve en peligro o bien llora o bien pelea con quien sea». Internet está saturada de comunicados que piden incluso que se vote negativamente a Ismael antes que al vasco, por falsario y creído. Pero lo cierto es que Ania ya inició ayer su habitual ronda de conflictos previa a las nominaciones, entregándose al lloriqueo y a la exhibición de sus llagas por una simple discusión acerca del machismo español.
Ocurrió cuando la Reina de las brisas abdominales abrió una halagadora carta de una admiradora e Iván le dijo: «¿Ves cómo las mujeres también te quieren? Para que luego digas que España es machista...». No acaba de verse la relación entre una cosa y otra, pero el caso es que ella, en vez de clarificar lo que fuere, empezó a aletear cual libélula herida y los mafia le cortaron, diciéndole que mejor era dejarlo, pues sabían que todos los que discuten con ella salen mal parados.
Comentario fantástico de Marcos Morales en La Razón: «Ismael y Ania se autopromocionan con inocencia, pero a conciencia. Ismael comentó sus batallitas en Cádiz acompañando a los ciegos a cruzar las calles y Ania asume la responsabilidad de ser famosa y dar ejemplo: se cree que es Evita y que tiene una legión de 'descamisadas' ahí fuera.
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