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Las insaciables grúas del aeropuerto
Si decide acompañar a un familiar o a un amigo al aeropuerto de Palma en su coche, tome precauciones. O mejor, estacione en el párking de pago, que por caro que le resulte le costará infinitamente menos que si la grúa le retira su vehículo.

Porque no sé si lo saben, pero la grúa municipal que actúa en Son Sant Joan está hecha un depredador de tomo y lomo. A nada que uno se pase de los cinco minutos que se dan de plazo para aparcar el coche allí, el policía le pone la correspondiente multa, y, como se demore a partir de ahí un pelín más, avisan a la grúa, que llega ipso facto "tiene la base muy cerquita del párking, eso si no está aparcada en él" y se lo lleva. Sea del tamaño que sea. Y que lo sepa: 9.400 pesetas del ala es lo que le costará recuperar el buga, además de, cuando le llegue, abonar la multa por estacionamiento indebido. Y tiene suerte, porque el depósito está al ladito, que si no tendría que añadir el taxi.

Pero, a lo que iba. Hágame caso: tras dejar el coche en ese párking "insisto, es el parking de salidas", no se distraiga. O mejor, no caiga en la tentación de hacer algo más que acompañar al familiar al check-in y regresar, que como se quede un ratito viendo partir al familiar, o tomándose un cafetito con él, es que se queda sin coche. ¡Seguro, seguro...! Que la otra mañana, en media hora larga que estuvimos allí observando, las dos grúas se llevaron cinco o seis. Y si uno va y protesta, lo más probable es que el policía, con mucha corrección y educación, le recomiende que haga un recurso. Pero si quiere regresar a Palma habiendo recuperado su coche, antes deberá pasar por caja del depósito y pagar.