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La Familia Real ya se encuentra casi al completo en la Isla. Doña Sofía aterrizó ayer en la base aérea de Son Sant Joan, con un día de retraso respecto a su esposo. La Reina llegó acompañada por su hermana, la princesa Irene de Grecia, sobre las 20.00 horas, tras poner al día los asuntos del despacho después del viaje oficial por Brasil y Colombia que Sus Majestades acaban de finalizar.

Fue el trabajo el que retuvo a doña Sofía en Madrid, comentaron ayer fuentes de Marivent. Pero ahora le esperan otras jornadas, más veraniegas, en las que podrá disfrutar de toda la familia y ejercer de abuela entre salidas al mar y paseos por Palma. La Reina fue recibida ayer por las autoridades militares y por Maximilià Morales, presidente del Parlament, junto a Catalina Cirer, delegada del Gobierno. El alcalde Joan Fageda y el president Francesc Antich no estuvieron presentes porque se encontraban fuera de la Isla. Como presagio de los días de descanso que se avecinan para la Familia Real, doña Sofía viajó a Mallorca con un atuendo informal, de pantalones. Irene de Grecia lo hizo más sobria. Y, tras saludar a las autoridades que acudieron a cumplimentarla, se encaminó a Marivent al volante de su coche.

Ahora sólo faltan en palacio los duques de Lugo y el pequeño Froilán, pues el príncipe Felipe y los duques de Palma ya estuvieron ayer en Portals, regateando en el VI Trofeo Breitling, en una jornada que no comenzó mal para el «Bribón», el barco que patronea el Rey. Don Juan Carlos y sus compañeros lograron situarse en tercer puesto. Los duques de Palma no compitieron. La infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, que el día anterior habían viajado a Euskadi, donde él recibió un premio por sus méritos deportivos, disfrutaron de la regata desde la lancha rápida «Llamp». Hoy les espera otro día de asueto y deporte.