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Los médicos de familia de Balears han mostrado su más enérgico rechazo a la decisión del Gobierno de poner en manos de los médicos de las mutuas profesionales y de accidentes de trabajo las altas médicas en los procesos de Incapacidad Transitoria y no dudan en señalar que detrás de esta decisión hay intereses «exclusivamente económicos». En este sentido, no dudan en manifestar su malestar y advierten de la conflictividad que se puede generar en adelante.

La Societat Balear de Medicina Familiar i Comunitària (SBMFIC) entiende que el traspaso de la gestión de la Incapacidad temporal (IT) a entidades externas al Sistema Nacional de la Salud como son los facultativos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y de los médicos de las mutuas generará «importantes dificultades y problemas en el campo de la atención sanitaria». En este sentido, la SBMFIC expone que se producirá una «discontinuidad asistencial» en cuanto que «un trabajador será atendido por su médico y el de la mutua que podrán tener criterios discrepantes entre ellos». «La libre elección de médicos queda rota ya que el trabajador enfermo deberá de hacer caso a las recomendaciones del médico de la mutua correspondiente, ya que si no, se puede encontrar con una alta económica», señalan.

Debido a la intervención en el proceso de tres tipos de profesionales (Insalud, INSS y mutuas) con objetivos y maneras de trabajo distintas, pueden existir más que probables problemas de diferencia de criterio y descoordinación asistencial. Esto sin duda llegará a producir una judicialización del tema de la Incapacidad Transitoria para arbitrar los conflictos», indican. Otro de los puntos conflictivos que prevén los médicos de familia es que «al ser gestionada medicamente el proceso causante de la Incapacidad Transitoria por una entidad dependiente de la empresa, es evidente que existe un mayor riesgo para la confidencialidad necesaria».