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No todo tiene que ser playa, arena y discotecas para el turismo. Hay personas que, cuando salen a visitar un país, se toman la molestia de aprender todo lo relacionado con esa nación: desde la lengua a las costumbres. Los hay que hacen justo lo contrario: disfrutan del país mientras aprenden su idioma, un punto a tener en cuenta para apuntar en el currículo.

Desde hace un año, el touroperador FTI organiza, junto a la empresa especializada en idiomas LAL Prach Reisen, cursos de idiomas en Palma. A ellos no sólo han acudido alemanes, como en un principio era de esperar, sino que se han apuntado alumnos de los países del Este, Inglaterra, Francia... de cualquier país europeo con tal de que quieran aprender castellano. Instalados en familias o alojados en una residencia, los alumnos de este verano, que van de los dieciocho a los cincuenta años, tienen tiempo para casi todo: por la mañana clases intensivas de castellano; por la tarde, a partir de las 16 horas, actividades culturales para conocer Palma y alrededores con un poco de rigor.

Los responsables del programa no dudan en calificarlo de «campamento cultural», ya que es los alumnos "unos sesenta ahora mismo" conforman una gran familia con ansias de pasárselo bien: sólo topan con algún impedimento a la hora de conjugar los subjuntivos, impedimento que es menor en el caso de los latinos que de los germanos. Aunque esta iniciativa es muy joven, los resultados han sido muy buenos y el touroperador que lo explota (en otros países de Europa) ya está pensando en ampliar los puntos de estudios y las ofertas turísticas a otros rincones de la Península. Los cursos, intensivos, tienen en cuenta el nivel del alumno a la hora de aprender el castellano y se hacen en base a los métodos tradicionales pero también se tiene en cuenta la comunicación entre profesor y enseñando. Eso sí, toda la clase se procura que se haga en castellano por lo que el alumno se espavila muy aprisa.