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Los empresarios de los bares de sa Llonja reclamarán al Ajuntament de Palma que prohíba la venta y el consumo de alcohol en la vía pública, declaró ayer el presidente de la Asociación Empresarial de Bares y Restaurantes de sa Llonja, Valeriano Herrero.

Explicó que esta medida es necesaria para evitar los problemas de ruidos nocturnos que padece la zona. En estos momentos, dijo, la tendencia de muchos jóvenes es concentrarse en el Moll Vell para beber, «y cuando ya han ingerido cantidades elevadas de alcohol, acuden a los locales de sa Llonja y es entonces cuando se provocan unos ruidos y altercados de los que los bares no tienen la culpa». «El problema de esta zona es de orden público», insistió Herrero, quien responsabilizó a «algunos locales de la ciudad, que los hay, que venden el 'botellón' ya preparado para su consumo en la calle».

Por eso, el representante de los propietarios exigió una presencia policial efectiva, en las calles de esta zona de ocio. También con la intención de poner fin a la lucha que enfrenta a negocios y residentes de este barrio, el colectivo empresarial ha emplazado a los responsables municipales y a los vecinos a una reunión para buscar soluciones. Por último, anunció que la asociación recurrirá el auto de inhibición dictado la semana pasada por la jueza del Juzgado de lo contencioso administrativo, puesto que todavía no es firme. El recurso se basará en que, para los empresarios, la decisión de suspender o no la aplicación de la norma cautelar aprobada por el Consistorio referida al adelantamiento del horario musical de los bares es competencia del juzgado y no del TSJB. También opinan que Cort no tiene competencias medioambientales.