En este edificio se encuentran las dependencias municipales de
Gerència d'Urbanisme y las de Educació i Joventut, dos concejalías
que reciben muchas visitas del exterior que hasta este momentos
podían acceder al edificio sin ningún tipo de control. Y es que la
última ofensiva de la banda armada ETA ha tenido más repercusiones
de las esperadas en Palma y Cort es uno de los lugares donde más
fácilmente se puede observar este hecho. En muy poco tiempo se
prevé que este control de accesos se haga extensivo al resto de
dependencias municipales, donde la identificación también será
necesaria.
Desde hace más de tres años, los concejales del equipo de
gobierno extreman sus medidas de seguridad y casi todos han
participado en los cursos antiterroristas que se han impartido en
todo el Estado a los miembros del PP, a pesar de que durante la
tregua de 14 meses que mantuvo la organización, el seguimiento de
estas medidas se relajó un poco. El tercer teniente de alcalde de
Palma, José María Rodríguez, aseguró que no se trata estrictamente
de un gran refuerzo, «sino de un mayor control y prevención. Hemos
de saber quién entra en los edificios municipales y hacia dónde se
dirige; es algo que no está de más». En los últimos meses
"especialmente desde que la banda armada rompió la tregua el 3 de
diciembre e 1999" las medidas de seguridad personal han aumentado y
han pasado a reforzarse de forma considerable.
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