Los vecinos de Can Barbarà están hartos. No pueden soportar más
tiempo lo que está sucediendo todas las noches ante la pasividad
del Ajuntament de Palma. Dormir en la zona es prácticamente
imposible por culpa de unos jóvenes que frecuentan un bar de copas
llamado Mosquito.
Cuando cierran el local, avanzada la madrugada, la emprenden a
pedradas contra los edificios próximos, rompen cristales, cantan,
gritan, orinan en plena calle y ensucian la dársena. Y así cada
noche, impidiendo el descanso del vecindario. Los residentes de Can
Barbarà exigen al Ajuntament que envíe a la Policía Local para
poner orden y acabar con tanto gamberrismo incontrolado. Y que
EMAYA se acuerde de lo que fue una pintoresca y tranquila zona. Es
inadmisible el estado de suciedad que se registra, tal como prueban
las fotos que acompañan esta información: papeleras llenas de
basura, porquería esparcida por doquier y restos orgánicos que
impregnan paredes y pavimentos.
Por si fueran pocas las molestias, se han iniciado obras en uno
de los edificios de Can Barbarà, lo cual ha provocado que los
vecinos tengan que sufrir más ruidos y que el polvo invada sus
casas. Los vecinos se preguntan si se recuperará algún día la
tranquilidad en lo que fue hace años uno de los enclaves más
apacibles de Palma.
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