El president del Govern cree que, con las mini-desaladoras, se ha 'salvado' el verano.

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El president del Govern ha enviado una carta al ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, en la que le solicita una reunión urgente para tratar de resolver de manera definitiva el problema del agua en las Islas. En su misiva, el president asegura que pide esta reunión para analizar este asunto, «perfilar soluciones conjuntas y culminar, definitivamente, el Convenio de Infraestructuras Hidrológicas para las Illes Balears, presentado en su día al Gobierno del Estado y todavía pendiente de firma». El president expresa en su carta la urgencia de la convocatoria y confía que esté presidida «por un espíritu de colaboración, diálogo y lealtad institucional en beneficio de los ciudadanos y ciudadanas de Balears».

El president del Govern aprovechó ayer la mañana para visitar las obras de las desaladoras móviles que ha pagado el Ejecutivo balear. En estos momentos, en Sant Joan de Déu están en funcionamiento cinco unidades que producen 3.500 metros cúbicos diarios para la red de Palma y dos módulos más que producen 4.300 metros cúbicos para la red de Calvià. A finales de mes entrarán en funcionamiento dos módulos que desalarán 2.700 metros cúbicos al día para Andratx y otra unidad que producirá 5.000 metros cúbicos en Calvià.

El president aseguró ayer que la Conselleria de Medi Ambient trabaja sobre la posibilidad de que las desaladoras sigan funcionando durante los meses de invierno, y no sólo en las épocas en que hay escasez de agua, para dejar «descansar» de esta manera a los acuíferos que puedan estar sobreexplotados. El jefe del Ejecutivo se mostró satisfecho del esfuerzo realizado por el Ejecutivo para poner en marcha estas desaladoras portátiles. Francesc Antich consideró que, con este inversión de 3.000 millones de pesetas, se ha «salvado» este año. No obstante, precisó que no se trata de una solución definitiva.