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La boda se celebró en Cort y los novios, una vez en el hotel Hotel Alcúdia Mar, ofrecieron un aperitivo a los 250 invitados tras casarse por el rito hawaiiano. A continuación, en barcas, los invitados fueron trasladados hasta el hotel Palace de Muro, donde se sirvió la cena. Y para que no faltara de nada, hubo hasta un mensaje de felicidad llegado en una botella, piratas, romanos, carruajes de época... Como Bernat, el novio, es uno de los cinco Bernat de la familia, se les regalaron cinco San Bernardos... de peluche; a los invitados se les obsequió con un pareo multicolor. En contra de los que es habitual, hubo dos tradiciones que se fueron al traste. Una, que los novios no quisieron cortar la tarta; dos, que no se inició el baile con un vals sino con «La bomba», que sin duda es la canción del verano.

La fiesta se prolongó hasta la madrugada, concluyendo con bailes caribeños sobre la arena de la playa. Unas 30 personas se quedaron a dormir en el hotel, bajo el mismo techo que los novios, que no en su habitación. Sobre las once de la mañana de ayer hubo toque de diana, y todos, novios incluidos, desayunaron juntos. Los recién casados emprenden viaje esta misma mañana con destino a California. En la nueva vida, ¡suerte, enhorabuena, felicidades, que os queráis siempre, que seáis felices, que podáis comer marisco cada vez que os apetezca y que a ver qué pasa con la cigüeña...!¡Besos!