Por lo que se refiere a las características de las personas, los
expertos en la lucha antiterrorista de Madrid explican que se ha de
desconfiar de los jóvenes de 18 a 35 años, que en verano lleven
jersey o cazadora, o que lleven gafas, bigote o pelucas
postizas.
Tal y como se señalaba ayer uno de los principales consejos es
el de no poner su nombre al teléfono. Este hecho viene motivado
porque en su búsqueda de información la guía telefónica y los
medios de comunicación son elementos vitales para los terroristas,
ya que la guía telefónica da la información exacta del domicilio.
Se ha de destacar que la fase de los atentados pasa por la
selección de la víctima y en ella los terroristas hacen un balance
de equilibrio entre la importancia de la víctima y la facilidad de
la acción a emprender; la fase de información que incluye el puesto
de trabajo, el domicilio, los hábitos y costumbres; la preparación
y la ejecución.
Por lo que se refiere a los vehículos utilizados por los
terroristas, los sospechosos son los de tipo medio y de uso
generalizado; en los que no haya correspondencia entre la
antiguedad de la matrícula y el modelo; cuando llevan las placas de
matrícula con tornillos; los que tienen adhesivos en la parte
superior de las puertas o en el maletero; los que tienen el
maletero bajo por exceso de peso o paquetes recubiertos de lona,
plástico o cartón; o cuando tengan una antena vertical desplegada.
Estos coches suelen estar situados cerca de los semáforos, lugares
donde se ha de reducir la velocidad, cerca de casas, edificios
oficiales, establecimientos y posibles objetivos. Se ha de prestar
especial atención cuando estos coches lleven unos cuantos días
estacionados en el mismo lugar, permanezcan aparcados en doble
fila, con el capó abierto o con el gato colocado.
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