El Gobierno central debería eliminar el pago del Impuesto de
Sociedades para no retrasar la construcción de la nueva estación de
pasajeros en el Moll Vell de Palma, cuyo coste asciende a 5.000
millones de pesetas.
En esos términos se pronunció ayer el presidente de la Autoritat
Portuària, Francesc Triay, tras acompañar al president del Govern,
Francesc Antich, en el recorrido que éste efectuó a las
instalaciones del Port de Palma. Por eso, aventuró que la Autoritat
Portuària «va hacia una situación de insuficiencia financiera en un
periodo de tres años o cuatro» de seguir esta situación, lo que
obligaría a tener que dilatar las inversiones.
Triay abogó por obtener de Madrid a «compensación de las
bonificaciones de las tarifas portuarias», con el objetivo de que
éstas no repercutan en los usuarios. En este sentido, indicó que el
ente público, que no recibe ninguna aportación estatal, se ve
obligado, en cambio, a pagar el Impuesto de Sociedades "unos 400
millones de pesetas este año" y a hacer frente con recursos propios
a la bonificación de tarifas contemplada en el Régimen Especial
Balear (REB). Antich pudo conocer en persona los proyectos más
importantes del ente público en la sede de la Autoritat Portuària,
para después recorrer el edificio de la comisaría en el Moll Vell,
los muelles comerciales y el Dique del Oeste. Sobre la reordenación
prevista en el puerto palmesano, Triay explicó que la intención es
acercar a los pasajeros al centro de la ciudad y alejar las
mercancías, optimizando al máximo el espacio existente.
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