El Aurora, nuevo buque almirante de la legendaria comapañia británica P&O, visitó ayer el puerto de Palma en su temporada inaugural. Con sus 76.152 toneladas de registro es el trasatlántico de cruceros más grande y moderno que ha amarrado en la estación marítima internacional.
Bautizado por la princesa Ana el pasado mes de mayo en una ceremonia llena de pompa y circunstancia, el Aurora se erige en la actualidad como un formidable memorial de la histórica naviera colonial. Sus lujosos salones evocan a través de pinturas, dibujos, maquetas y pósters, los tiempos de las rutas de Oriente, que combinan con facetas modernas como salas de espectáculos con efectos de luz y sonido informatizados y piscinas exteriores y con techo transparente rodeadas de esculturas contemporáneas.
Un total de 25 locales públicos inspirados en estilos que van del eduardiano al vanguardista, pasando por el Art Déco, configuran la espectacular estructura de este nuevo gigante oceánico que mide 270 metros de eslora por 32 de manga. Su capacidad a lo largo de 13 cubiertas que alcanzan los 40 metros de altura, asciende a 1.950 pasajeros y 850 tripulantes. Toda una ciudad flotante que incluso dispone de apartamentos dúplex con terraza privada. El día 6 de enero de 2001 el Aurora emprenderá su primera vuelta al mundo, cuyas tarifas en uno de los exclusivos apartamentos dúplex con terraza privada ascienden a unos doce millones de pesetas. La agencia M. Puigserver consignó ayer su estancia durante un crucero de 14 días por el Mediterráneo con seis escalas en Francia e Italia.
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