El Ministerio de Medio Ambiente tiene previsto firmar en breve, muy
probablemente este mes de septiembre, el contrato para la ejecución
de las obras de construcción de la nueva planta depuradora de Sant
Jordi con la empresa Dragados S.A., adjudicataria del proyecto,
según confirmó ayer una fuente ministerial. En cuanto esté firmado
este contrato, las obras podrán dar comienzo de inmediato, ratificó
la misma fuente, pese a la fuerte oposición que los vecinos de la
zona han planteado frente a este proyecto.
La planta ocupará más de 70.000 m2 y sustituiría a la actual,
constantemente averiada, en el tratamiento de gran parte de las
aguas residuales de Palma. Los residentes en las inmediaciones
tienen la firme intención de presentar desde este mes su
reivindicación ante la Comisión Europea, de quien depende una
futura subvención, y el defensor del pueblo.
En su favor, disponen de un estudio de impacto ambiental
encargado por Dragados. El informe es concluyente cuando afirma que
la acumulación de ruidos, malos olores y mayor presencia de
mosquitos, efectos que según el mismo conllevará la puesta en
funcionamiento de la EDAR, podrían provocar enfermedades físicas
(náuseas, dolores de cabeza, etc.) y psíquicas entre los
residentes.
En efecto, el estudio considera que la ubicación prevista de la
planta estará afectada por vientos dominantes que llevarán los
olores directamente hacia las casas más cercanas y que se crearía
un ambiente propicio para la atracción de mosquitos a la zona, lo
que puede suponer un riesgo de transmisión de algunas enfermedades.
En cuanto al ruido, calcula que su funcionamiento provocará ruidos
de hasta 80 decibelios durante el día y de 55 por la noche, más de
lo permitido.
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