Héctor Pavelic, ciudadano chileno exiliado y con petición de asilo
político solicitada, fue absuelto en el día de ayer en el juicio de
faltas que se celebró contra él y contra Joan Bosch (también
absuelto), acusados ambos de ocupar, de forma pacífica, el
Consulado Británico de Palma el pasado día 2 de marzo.
En aquella fecha el Reino Unido había permitido finalmente el
regreso del ex dictador Augusto Pinochet a Chile por razones
humanitarias. Pavelic y Bosch se acercaron aquel día hasta el
consulado para presentar un manifiesto de protesta y solicitaron
ser recibidos por el cónsul británico.
Tras comunicárseles que la entrevista no iba a ser posible
optaron por quedarse en el consulado. A las 15.00 horas acudió al
lugar una dotación policial, que se los llevó detenidos. Dos horas
después abandonaron la comisaría.
Pavelic, víctima de brutales torturas bajo el régimen de
Pinochet, se mostró satisfecho por el resultado del juicio, pero
recordó que «se engaña a la opinión pública internacional cuando se
dice que el dictador podrá ser juzgado en Chile tras la decisión de
la Corte Suprema, porque mientras no se anule la ley de amnistía de
1978 y no se quite la constitución de 1980, los dos amarres que la
dictadura dejó para no ser juzgada, no hay nada que hacer».
Pavelic añadió que nada se sabe aún de los
detenidos"desaparecidos, para concluir: «No hay nada que satisfaga
nuestro dolor. Lo que nosotros pedimos es verdad y justicia, y no
tenemos ni una ni otra».
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