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Desde primeras horas del día de ayer ya se intuía que las gasolineras no iban a vivir una jornada como las demás. A las siete de la mañana ya pudo verse a varios ciudadanos ataviados dignamente ¡con sus pijamas! en el interior de los vehículos y pronunciando la frase más repetida durante todo el día: «Lleno, por favor». Hubo residentes todavía más previsores que portaron todo tipo de garrafas en sus coches para llenarlas y poder disponer de combustible de reserva por si los problemas de suministro se prolongaban varios días.

Las colas que empezaban a formarse en las gasolineras recordaban a aquellas que se produjeron en diversos periodos de los años setenta, cuando tuvo lugar la primera crisis del petróleo. Si el pasado viernes Palma había vivido el «Día sin Coches», ayer parecía estar viviendo el «Día sin coches... con gasolina». Por la mañana, mientras aún hubo combustible y las esperas no eran muy largas, la mayor parte de ciudadanos y ciudadanas se mostraron solidarios con las acciones y demandas de pescadores y agricultores. «Tienen razón, claro que sí. Si no se baja el precio del gasóleo veo el futuro muy negro», señaló Esther Lliteras.

«Me parece una manera justa de protestar. Si no molestan a nadie no se les hace caso», indicó Juan. Mario Vich insistía en esa idea: «El pescador es un pobre trabajador que se deja la piel en el mar, y encima le quitan lo poco que tiene para poder vivir. Yo estoy haciendo cola, pero me da igual. ¡Olé! para los pescadores». Mientras en Palma las colas iban haciéndose más largas y empezaba a agotarse el combustible en varias gasolineras, en la Part Forana las carreteras empezaron a saturarse de vehículos debido a que residentes de diferentes poblaciones decidieron ir de un pueblo a otro a la búsqueda de gasolina.

Por la tarde los nervios habían hecho su aparición. Los conductores que estaban haciendo cola preferían no hablar y quienes lo hacían se mostraban muy críticos. «Pienso que todo el mundo nos toma el pelo. Tanto los políticos como el Govern deberían hacer algo para evitar estas barbaridades», afirmó Nuria.