«El trabajo del informador juvenil consiste en hacer de espejo de
los deseos y necesidades de los jóvenes», señala María José Monzó,
una de las profesoras del Curso de Informadores Juveniles que tuvo
lugar el pasado verano. Monzó acudió ayer a la Conselleria de
Benestar Social para ver cómo sus antiguos alumnos recibían los
títulos correspondientes a dicho curso.
El encargado de entregar los veinticinco diplomas fue Joan
Caules, director general de Joventut. «Hacía tres años que no se
realizaban estos cursos, pero nuestra intención es que ahora tengan
lugar cada año», señaló, para añadir: «Desde la Direcció General de
Joventut hemos apostado por la formación». El curso constaba de
cien horas, cincuenta de ellas de prácticas en centros de
información juvenil. Este año ha habido dos cursos, uno en Mallorca
y otro en las Pitiüses (en el que han participado también
informadores de Menorca).
«Nosotros damos subvenciones a los ayuntamientos que tienen
puntos de información juvenil, pero creemos que no es suficiente.
Hemos de garantizar al menos la formación y la calidad de la
gestión», indicó Caules. «El informador juvenil no es tan sólo un
funcionario que trabaja en un ayuntamiento de ocho a tres, sino que
es una persona que ha de estar en contacto directo con las
asociaciones juveniles y con los jóvenes», concluyó.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.