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La ampliación de la Unión Europea de 15 a 27 países está condicionando la política regional comunitaria, especialmente, a los fondos reclamados por el IMEDOC (Balears, Cerdeña, Córcega y Sicilia), según explicaron ayer en el Parlament Cristòfol Soler y Francesc Quetglas, delegado del IMEDOC y director general del Centre Balear Europa, respectivamente.

Soler y Quetglas comparecieron ante la comisión no permanente de efectos regionales insulares de la CAIB para explicar la situación planteada en el seno comunitario con la futura incorporación de nuevos miembros. «El presupuesto de la UE hasta el año 2006 será el mismo, con muy pocas variaciones, y no será lo mismo el reparto de fondos entre 15 países que entre 27. El PIB de cada región variará al sumarse países de distinto nivel y más del 75 por ciento de las regiones dejarán de percibir parte de los fondos comunitarios, entre ellas las Islas europeas», precisó.

Según Quetglas, «esa situación está dando propiciando ásperos debates en la UE porque se discute la introducción de nuevas variables en el reparto de fondos, al margen del PIB».

Balears está pendiente de conocer la cantidad de dinero que puede recibir de la UE para la financiación del gasoducto, cuyo coste asciende a unos 44.000 millones de pesetas. Esa cantidad, según el Govern, debe ser aportada por el Estado y Bruselas. Soler, por su parte, explicó los actuales objetivos que se ha planteado el IMEDOC, que definió como «el lobby insular» ante la UE, entre los que destacan diversos acuerdos alcanzados por Balears con Córcega en materia de recursos hidráulicos.