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La ecotasa como acto de «soberanía nacional». El conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, defendió el pasado martes en el Parlament que la aprobación del impuesto turístico representa un acto de soberanía propia de Balears. Sin embargo, a pesar de la reivindicación soberanista del conseller, Balears conserva todavía la etiqueta de autonomía de segunda. Y la mantendrá durante mucho tiempo.

A pesar de las instituciones propias de autogobierno y de que Balears dispone de competencias tan importantes como educación, turismo, ordenación del territorio, carreteras y una larga lista de materias recogidas en el Estatut, nunca recibirá competencias que tienen otras comunidades autónomas y que elevan el listón de la soberanía nacional muy por encima incluso de las aspiraciones de Balears.

A menos que se modifique el Estatut y la Constitución "cosa que parece muy poco probable, ya que PP y PSOE están de acuerdo en no modificar sustancialmente ambas leyes", Balears no tendrá nunca una competencia esencial para poder presumir de auténtica soberanía: su propia recaudación de impuestos.

Navarra y el País Vasco sí disponen de esta competencia, que les permite tener su «Hacienda propia» y recaudar la totalidad de los tributos que se pagan en las comunidades, incluido el IRPF. La cuestión tiene una gran importancia, ya que el mecanismo de recaudación es el inverso al de Balears: ambas comunidades autónomas recaudan sus impuestos y luego negocian con el Estado el pago de los servicios generales, como puede ser Defensa o Policía.