Alrededor de cien monaguillos se dieron cita ayer en el Seminari Nou.

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Alrededor de cien monaguillos se dieron cita ayer en el Seminari Nou, situado en el camino Salard, para participar en la Tercera Trobada d'Escolanets. Niños de entre 7 y 16 años, procedentes de distintos pueblos de Mallorca, pudieron disfrutar de todo un día de diversión combinado con la espiritualidad religiosa.

Esta nueva trobada se desarrollaba bajo un tema concreto, que no era otro que las fiestas mayores de un pueblo mallorquín. Por este motivo, la jornada se inauguró con el discurso de apertura de las distintas autoridades del pueblo imaginario. Un comandante de la Guardia Civil, un médico, un maestro y un alcalde fueron los personajes emblemáticos, representados por cuatro niños, que saludaron al resto de los congregados, invitándoles a colaborar en las actividades organizadas.

Las típicas carreras de saco junto a las innovadoras carreras de cirios fueron algunas de las actividades lúdicas que amenizaron la trobada. Además de una comida de compañerismo, también hubo tiempo para celebrar una Eucaristía, preparada entre todos los monaguillos.

Guitarra en mano, Antoni Vadell, rector del Seminario Menor y organizador de este encuentro, decidió entonar distintas canciones religiosas, que los niños acogían con gran expectación e ilusión. Como si de un campamento se tratase, lo monaguillos se sentaron alrededor del rector y le acompañaron en sus canciones.

Al final del día, un espontáneo brujo se encargó de leer las manos a los jóvenes para predecirles un futuro lleno de felicidad. Además los organizadores facilitaron un carnet de escolanet a todos aquellos niños que no lo pudieron conseguir en el pasado campamento de verano.