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Comenzó con gran actividad el primer día de este largo puente de la Constitución y de la Inmaculada... casi nada. Muchos aprovecharon la jornada de ayer para disfrutar en familia paseando por la playa en compañía de los niños que se lo pasaban bomba paseando en bicicleta o construyendo castillos de arena, bajo la atenta vigilancia del portaviones anclado en la bahía de Palma.

Los más madrugadores acudieron a primera hora a comprar el pan, el periódico o realizar un poco de ejercicio. Otros desayunaron en la cama y disfrutaron de unas horas más de sueño, lo que provocó la inusual tranquilidad en las calles de la ciudad. A media mañana, el ritmo «dominguero» comenzó a coger fuerza y los mercadillos de la Plaça d'Espanya y la Plaça Major registraban gran ambiente festivo. Incluso muchos realizaron las compras de Navidad para montar el belén o el árbol. Las terrazas frente al mar fueron muy concurridas a la hora del vermut. Uno de los lugares más visitados fue el recinto ferial de Fires i Congressos, que alberga Baleart.

Por la tarde, los cines tuvieron gran afluencia de público. En el Augusta se vieron colas que daban la vuelta a la manzana. Los filmes con más demanda fueron «Los ángeles de Charlie» y «El pequeño vampiro».