El fallo en la central eléctrica se produjo en los sistemas de distribución del suministro de energía.

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El fallo eléctrico que se produjo el pasado 21 de octubre en Son Sant Joan, que impidió el suministro de energía de la nueva central a la terminal del aeropuerto entre las 06.00 y las 12.30 horas, fue debido a un fallo de diseño en los sistemas redundantes de suministro en la central eléctrica, según han podido confirmar las compañías aéreas afectadas tras finalizar la auditoría técnica de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).

La avería técnica se produjo en las barras de distribución de energía de 15.000 voltios, y afectó tanto a las barras que en ese momento estaban activas como a las alternativas. Los equipos de emergencia, que funcionaron perfectamente, no pudieron suministrar energía al encontrarse la avería entre dichos equipos y la terminal.

La auditoría técnica ha detectado que el fallo se produjo en la entrada de energía eléctrica procedente de GESA, «el redundante del suministro a la terminal saltó, pero al estar tan próximo el redundante de la línea de emergencia (menos de 30 centímetros) provocó que se quemara este redundante, impidiendo con ello que entrara en funcionamiento, lo que propició que fallara todo y dejara de suministrarse fluído eléctrico a la terminal». Las mismas fuentes apuntan que el fallo de diseño en la plasmación de estos sistemas de suministro de la central eléctrica «han pasado durante el tiempo que está en funcionamiento esta central eléctrica todos los controles sin que los técnicos detectaran ninguna anomalía».

Las compañías aéreas englobadas en la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA), así como las aerolíneas extranjeras que operaron el sábado 21 de octubre han cifrado las pérdidas económicas en alrededor de 1.200 millones de pesetas. El presidente-director general de AENA, Pedro Argüelles, ya anunció en la visita que realizó a Palma para conocer «in situ» todos los pormenores del «apagón» que AENA «tiene la intención de responsabilizarse de los daños sufridos por las compañías aéreas que estén justificados y con cobertura jurídica. Los pasajeros deberán seguir el trámite de reclamar a las compañías aéreas para recibir las compensaciones».