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La Conselleria d'Economia, Comerç i Indústria construirá el recinto ferial de Palma según el proyecto ganador del concurso de ideas, incluida la altura ya que, en caso contrario, tendría que retirarlo y pagar íntegramente los honorarios de dirección de obra, estimados en unos 200 millones, a los arquitectos que presentaron el proyecto.

La intención del vicepresident del Ejecutivo, Pere Sampol, de llevar adelante el proyecto a pesar de la polémica creada por su altura fue respaldada ayer por los partidos del Pacte y por el PP, con matices, durante la comparecencia parlamentaria que el propio conseller había pedido para conocer la opinión del resto de formaciones. Sampol comenzó su intervención asegurando que el debate inicial sobre el proyecto «fue muy pobre» y que el proyecto «Cecilia Ann» fue escogido por un jurado de profesionales de prestigio entre las 56 ideas que, finalmente, se presentaron al concurso.

El vicepresident reconoció que le preocupaba un poco el impacto visual que el edificio, con dos torres para aparcamientos y oficinas de 50 metros de altura, puede provocar «pero desde el Ajuntament de Palma nos han comentado los proyectos de obras que se van a realizar en la zona y el impacto no será tan grande».

El propio director general de Habitatge, Jaume Carbonero, que fue miembro del jurado, defendió ante los parlamentarios la «buena distribución de los pabellones y la valentía de asumir los aparcamientos en vez de obviar el problema». Carbonero definió el proyecto como «magnífico» y aseguró que «supera la idea de nave industrial que suele predominar en estos recintos». Tanto el PSOE como el PSM, a través de sus portavoces, avalaron el proyecto del recinto ferial mientras que el PP centró su intervención en el recinto de oficinas que albergará las dependencias de la Conselleria d'Economia, Comerç i Indústria. Los populares defendieron que el proyecto no tenía por qué incluir unas oficinas para la Conselleria aunque señalaron que les «parece bien un aparcamiento en altura».