El nivel de producción en las empresas de calzado balear se verá alterado en los próximos meses por la escasez de piel bovina.

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RUIZ COLLADO/N.D/J.R.
La falta de suministro de piel de bovino en los próximos meses puede provocar una recesión en el sector del calzado y la piel balear, «ya que hará que se incremente el precio del calzado de calidad y aumenten los costes de explotación, con la consiguiente merma de competitividad respecto a otras zonas españolas, lo que se traducirá en una baja de las exportaciones y productividad en las empresas radicadas en las Islas», indicaba ayer el director general d'Economia, Antoni Monserrat.

La patronal SelecBalear, que aglutina a las empresas del sector del calzado balear, ya se ha reunido con el vicepresidente del Govern, Pere Sampol, para mostrarle su preocupación por el futuro incierto de un sector que en los tres últimos años ha tenido un despegue espectacular en cuanto al nivel de exportaciones, dado que ha pasado de los 6.748 millones de los nueve primeros meses de 1998 a los 14.536 del mismo acumulado de 2000, un 52'21 por ciento más en el comparativo».

Para el presidente de SelecBalear, Miquel Llompart, «la crisis de las vacas locas ha colocado en una situación muy grave al sector del calzado y la piel balear, dado que todos los proveedores de piel están llamando a sus clientes para fijar pedidos dependiendo de las disponibilidades, lo cual afectará al nivel de producción y a la mano de obra por la escasez de piel. En una previsión hecha por nuestro colectivo, la falta de suministro encarecerá el precio final del zapato de calidad entre un 20 y 25 por ciento».

Esta falta de escasez de piel de bovino, puesta de manifiesto en la pasada feria PielEspaña, según Monserrat «puede trastocar la trayectoria empresarial y repercutir de lleno en las zonas donde esta industria está asentada, caso de municipios como Inca, Lloseta o Ciutadella, con el consiguiente impacto negativo económico y laboral. Además, la baja competitividad afectará a las exportaciones».