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Los más de 700 participantes de la 15ª Marató Fotogràfica de Palma vivieron una jornada que estuvo marcada por los cambios climáticos. Sobre todo a primeras horas, la lluvia y el viento les atizaron sin piedad, mas ellos siguieron bajo paraguas o metidos en chubasqueros. A media mañana salió y brilló con fuerza el sol y, por la tarde, a punto de concluir, cuando la mayoría habían llegado al Parc de la Mar, comenzó a lloviznar otra vez, lo que obligó a hacer la foto del grupo deprisa sin que estuvieran en ella ni la mitad.

De entre las cosas positivas de esta Marató Fotogràfica, que sin duda ya ha alcanzado la mayoría de edad un año antes de que las mayorías de edad se alcancen oficialmente, es que los niños que acompañaban a sus padres en sus primeras ediciones son ya adolescentes que, además, participan, y que aquellos jóvenes, hoy veteranos, siguen participando con la misma ilusión que antaño. A todos estos se han sumado muchísimos más.

La Marató Fotogràfica se desarrolló de acuerdo a tres controles, con cuatro fotos en cada uno de ellos correspondientes a otros tantos temas. O sea, que había que apuntar para acertar en cada disparo, puesto que los errores se cuentan por malas fotos. ¿Qué temas sugirió la organización? Pues, como siempre, variados: temas sobre escaleras, playas, fenómenos paranormales, transporte público, hombres, puertas con rótulos, descanso, tiempo, etc. Los veremos entre el 15 de febrero y el 3 de marzo en la Sala de Paper del Centre de Cultura Sa Nostra.