El aforo quedó al completo para escuchar la conferencia de Zapatero. Foto: J.MOREY.

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El secretario general de los socialistas de Balears, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió ayer la ida del «patriotismo constitucional», aunque enmarcado en la pluralidad y la diversidad de España. Invitado por el Grup Serra, Zapatero pronunció ayer una conferencia en Palma bajo el título «La España Pendiente», que llenó la sala del hotel Palas Atenea preparada para la ocasión y que obligó a numerosos asistentes a seguir su disertación de pie.

Zapatero concretó más su idea de «patriotismo constitucional», enmarcándolo en una idea de España «plural, abierta y solidaria, que debe llamar a la cooperación y la integración y que lidere el diálogo desde la tolerancia». Para el secretario general del PSOE, este patriotismo no tiene nada que ver con el sentimiento «rancio» del nacionalismo español, unificador y uniformizador. Al contrario, consideró que cuantos más puntos de vista existan en un pueblo, más grande será a sus vez esa nación. Zapatero reprochó al PP que, en ocasiones, no entienda esta diversidad, pero también lamentó que actitudes parecidas se den en otros líderes políticos, como Arzalluz o Heribert Barrera.

Para Zapatero, esa España está pendiente de construir. Pero además, lamentó que en esa construcción cada vez se de más «apatía y deserción» por parte de los ciudadanos, lo que, en su opinión, es muy alarmante «porque a veces tratamos a los ciudadanos como meros tenedores de votos». En la línea de oposición política tranquila que ha mantenido durante todos estos meses Zapatero defendió la necesidad de que España respete la opinión diferente y el contraste de ideas, «una España que se aleje del de la descalificación y busque las ideas y no los insultos». Añadió que es preciso actuar con un fondo de generosidad y diálogo y aseguró que, la España pendiente desde su definición histórica debe construirse desde una democracia intensa, vivida y vital».

Para Zapatero, también hay una España pendiente desde el punto de vista social y está configurada en torno a tres ejes que son una de las principales preocupaciones del líder socialista. El primer eje consiste en apostar de una manera decidida por la igualdad de género ya que la desigualdad que existe en la actualidad constituye un «déficit democrático». El segundo eje social que está pendiente es el escaso esfuerzo que se hace en materia de investigación y docencia. «Mientras no hagamos del docente un referente social, no podremos soñar con un país pleno», aseguró. El tercer aspecto social pendiente hace referencia a la plena integración social de los minusválidos, como una auténtica preocupación por los sectores más desfavorecidos.