La II Degustación de la XVII Mostra de Cuina se celebró con notable asistencia de invitados en el restaurante Can Penasso, entre los que se encontraba el conseller de Turisme, Celestí Alomar, y el concejal de Turisme del Ajuntament de Palma, Joan Bauzà, que compartieron mesa con el presidente de la Asociación de Restauración, Toni Gil y miembros de la junta.
Se presentaron los platos: Farcells de marisc a la mallorquina, (Can Pinyol); Bacallà amb bolets i vi dolç, (Sa Caseta); Escalopes de pollastre amb fines herbes, (Can Penasso); Conill amb ceba, (Bodega Binissalem); Cassola de porc negre i ànnera, (La Cuchara), y Greixonera de brossat i flam (Postres Tudurí). Los vinos que acompañaron al menú fueron el blanco de Hereus de Ribas y el afamado Albaflor Crianza 98 de las bodegas de Vins Nadal. Este último con muy buena acogida por parte del público.
La buena organización de los chefs Francisca Granados, Francisco Yerga, Baldomero Cámara, Gabriel Arzak, y Manuel López hizo que el servicio de comedor actuara con mucha fluidez. Los platos presentados fueron del agrado del público salvando algunos matices. Los platos de escalopa de pollo con finas hierbas y, sobre todo, la cassola de cerdo negro con pato, requieren una revisión por parte de los responsables, en cuanto a la textura del primero y la presentación y gusto del segundo.
El plato de cassola tal como se ha planteado para ir a la Mostra, sin desmerecer en nada la calidad de sus ingredientes, no se acerca al concepto que se tiene de ella en la tierra. En cuanto a la flor de hojaldre de marisco, de buena presentación, cabe observar su método de cocción para que no se deshaga. El postre de Tudurí, de nuevo tradicional y generoso, aunque le sigue faltando azúcar al requesón. Todos esos detalles a buen seguro serán subsanados, pues ilusión y profesionalidad no falta y no deben desmerecer en un evento tan importante como es la Mostra de Cuina.
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