El alcalde de Palma, junto al conseller d'Agricultura, procedían al corte de la cinta inaugural.

TW
0

La Fira de Son Ferriol hizo ayer que este núcleo de Palma se convirtiera en la capital de Mallorca. El sol brilló y la temperatura, más veraniega que primaveral, pudo soportarse al aliviarla la brisa marina. Se desarrolló sin contratiempos bajo la coordinación del Grup Güell.

A las once de la mañana, el alcalde de Palma, Joan Fageda, junto al conseller d'Agricultura, Mateu Morro, procedían al corte de la cinta inaugural, acompañados de la delegada del Gobierno, Catalina Cirer; los concejales del Ajuntament de Palma José María Rodríguez, Gaspar Oliver, Jordi Llabrés y María José Frau y el alcalde de Inca, Pere Rotger. Durante el recorrido visitaron el estand del Grup Serra, donde entregaron una placa conmemorativa a su representante, Toni Catalá.

La Yeguada Ferrero atrajo mucho público a través de la exhibición de enganches. Curiosidad despertaron los coches Mini Morris, con motivo de la presentación en sociedad del Club Mini Balear, y en el colegio público se reunieron distintas exposiciones artesanales.

Este año no hubo muestra de cabras, ovejas y cerdos, por el mal de la fiebre aftosa, que impide por normativa estatal el traslado de animales. Sí se pudo admirar una variada muestra de aves, tortugas que aportó Marineland, avestruces, perros, patos y asnos. También el sector del motor, maquinaria agrícola y un gran número de estands comerciales.