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El conseller d'Educació del Govern, Damià Pons, se mostró ayer partidario de ejecutar planes de choque en defensa de la lengua catalana, pues, en su opinión, «la situación del catalán es de absoluta emergencia. Pons consideró oportuno convertir en «cuestión de Estado» la promoción del catalán «ya que de lo contrario veo un futuro muy difícil», dijo. No obstante, reconoció la falta de recursos e instrumentos con que cuenta el Ejecutivo y pidió también «una mayor lealtad por parte de la población». En su opinión, «cada cual debería decidir qué actitud tomar», sin olvidar que «la lealtad y el multilingüismo son compaginables».

El responsable autonómico realizó estas declaraciones con motivo de la presentación del libro del «Any Europeu de les Llengües», editado en un momento «muy oportuno», «ya que este año ha sido declarado Año Europeo de la Lenguas y porque mañana se cumple el 15 aniversario de la aprobación de la Ley de Normalización Lingüística». Este manual recopila los tres principales documentos sobre la regulación de la pluralidad lingüística: la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, la Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos y la mencionada Ley de Normalización Lingüística.

Con respecto a ésta, explicó que «si se aprobó hace quince años fue para corregir una situación de anormalidad», por lo que lamentó que «esta semana se nos haya querido vender desde altas instancias una historia que daba a entender que esta anormalidad nunca existió». El director general de Política Lingüística, Joan Melià, aprovechó para realizar balance de la aplicación de esta ley y dijo que «si bien se ha avanzado en muchos aspectos, no podemos hablar de una total normalización, por la dificultad que todavía existen en algunos ámbitos».