El XVIII Saló Nàutic Internacional Palma 2001 abrió ayer sus puertas como una exposición consolidada. Así lo aseguró ayer el presidente de la Autoritat Portuària, Francesc Triay: «Es la feria náutica flotante más importante de España y del Mediterráneo». Y añadió que, si bien la ubicación de la muestra en el Moll Vell es excepcional, tiene el inconveniente de no poder ampliarse, lo que exige un mayor criterio selectivo.
Durante el acto de apertura, el vicepresident del Govern, Pere Sampol, destacó la importancia económica de la actividad, si bien apostó por un desarrollo sostenible ante la necesidad de preservar el medio ambiente. La muestra flotante, organizada por Fires i Congressos de Balears, reúne a 536 empresas (140 baleares) y 3.500 marcas en 550 expositores. Ocupa una superficie terrestre de 15.000 metros cuadrados y 25.000 de marítima.
En su última edición, el salón náutico generó un volumen de negocio de 2.500 millones de pesetas, recibiendo a 50.000 visitantes. A la presentación asistieron la presidenta del CIM, Maria Antònia Munar; el alcalde de Palma, Joan Fageda; los consellers Príam Villalonga y Margalida Rosselló y Tiffany Blacman, de Ibatur, entre otros.
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