Con la Volta a Mallorca en moto, que va ya por su 25 edición "algunos de los que participaron ayer ni habían nacido en las primeras" se dio por finalizada una semana motera en la que han ocurrido muchas cosas, entre otras una exposición fotográfica en El Corte Inglés de Jaume III y una exhibición de malabarismo sobre moto celebrada el sábado pasado en el Passeig de Mallorca. Pues bien, ayer por la mañana, segundos antes de las diez y media, más de cuatro mil motores de otras tantas motocicletas, algunas de enorme cilindrada, comenzaron a rugir. Allí, sin duda, estaba el todo Mallorca motero.
El batle Joan Fageda, enfrente del edificio de El Corte Inglés de Avingudes, tomó la banderola en sus manos, la removió en el aire y la dejó caer con fuerza hacia adelante. Era la salida. Por espacio de once minutos estuvieron pasando motos por delante de nosotros en dirección al Port d'Andratx. Eran muchas "Unas 4.000 o más, ya que bastantes, con posterioridad, se fueron sumando en los distintos controles" y, salvo en la rotonda de Santa Ponça, no había policías que dirigieran el tráfico, organizándose retenciones, algo considerables, en la autopista que pasa por Palmanova y en el tramo que hay frente a la gasolinera de Costa de la Calma, lo que levantó notables quejas por parte de los automovilistas.
La Volta a Mallorca en moto, que debió de quemar más de 30.000 litros de combustible, tuvo cinco controles: Valldemossa, Gorg Blau, Alcúdia, Cala Bona y Moll Vell de Palma, donde finalizó. Quienes llegaron hasta allí recibieron un diploma que acreditaba su participación. En ese mismo lugar se procedió también a la entrega de trofeos. La gran parada se realizó en Alcúdia, donde se condimentó y luego saboreó una riquísima macropaella.
Organizó este evento 1/2 Milla, que nada tuvo que ver con los problemas que surgieron sobre la marcha a causa de los numerosos moteros que la volta concentró en la ruta, lo que, naturalmente, originó las retenciones apuntadas y las molestias correspondientes. Colaboraron en este evento El Corte Inglés, Consell de Mallorca, Ports de Balears y el Ajuntament de Palma.
Un cuarto de siglo sobre dos ruedas
Posiblemente los moteros mallorquines, en cuanto a organizar actos, son los menos efímeros, pues 25 años encargándose de llevar a cabo la Volta a Mallorca de forma ininterrumpida es algo que no está al alcance de todos. Y si no, repasemos eventos y echemos cuentas. El saldo es que muchos comenzaron y que pocos han sobrepasado el medio siglo. Y lo bueno, como en este caso, es que cada vez son más y, si me apuran, mejores. Basta verlos. ¡Ah! Y en la 'volta' tienen cabida todas las tribus moteras de la Isla. Incluso son bien recibidas las de inferior cilindrada y las antiguas. Ayer de éstas había unas cuantas. Así que, venga, ¡ánimo! y a por la 26.
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