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La Asociación de Padres y Madres de Alumnos del Col·legi Pius XII presentará hoy en la Conselleria d'Educació las firmas recogidas entre los padres de alumnos del centro contra la aplicación de las nuevas normas de baremación para el próximo curso. Estas normas, contenidas en el Decreto 54/2001, han implicado la desaparición del punto de libre designación, del que disponían los alumnos matriculados en el primer ciclo de Infantil del centro (P1 y P2, uno y dos años), enseñanza de pago al no estar subvencionada, con la intención de acceder al segundo ciclo de Infantil (P3), en que empieza la enseñanza subvencionada.

El punto puede llegar a resultar decisivo, porque sin él estos niños pueden quedar excluidos o tener que estar pendientes del resultado de un sorteo a la hora de acceder a los cursos concertados, pues tendrán las mismas oportunidades que cualquier otro niño que venga de fuera. Por eso, los padres, que aseguran que nadie les había advertido de lo que ocurriría, han reclamado al conseller d'Educació, Damià Pons, con quien se reunieron el pasado día 30, una prórroga de uno o dos años en la aplicación de la nueva baremación. La petición les fue denegada.

«Con esta prórroga se evitaría que los padres que han matriculado a sus hijos en este centro y están pagando una suma importante no vean truncados sus planes de ofrecerles un proyecto educativo muy concreto, por no hablar del perjuicio a los pequeños que deberán romper los lazos afectivos creados», afirmó Pep Miquel Martínez, presidente de la Associació de Pares i Mares d'Alumnes (APIMA) del centro.

El Col·legi Pius XII se ha distinguido por la implantación de un proyecto formativo propio, caracterizado, principalmente, por una voluntad absoluta de avance en materia de normalización lingüística (la enseñanza es en catalán), «con lo que los padres que acuden a él lo hacen con conocimiento de causa», recordó. En total, hay unos 70 niños afectados, 40 de ellos del curso de dos años y unos 30 de un año de edad.

Desde la Conselleria d'Educació se argumentó que el decreto estatal establece que este punto no podía ser discriminatorio «y lo era siempre, en este caso para los padres que no pueden pagar la guardería privada, por lo que se ha eliminado». Pero los padres, que no se oponen al decreto en sí, sino a su aplicación, piensan que «la Conselleria tiene capacidad para velar porque la aplicación de este punto de calidad no se haga de forma discriminatoria». Si no se atiende su petición, los padres podrían decidir presentar recursos.