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Cort presentó el lunes pasado los nuevos bordillos de goma que el Ajuntament tiene previsto instalar en las Avenidas. Una parte de Alexandre Rosselló (entre la calle Costa i Llobera y Gilabert de Centelles) ya cuenta con el separador, a modo de experiencia piloto.

Las reacciones de los usuarios de este tramo de calzada no se han hecho esperar, en su mayoría motociclistas. También se han producido los primeros tropezones de peatones despistados y el desconcierto de los conductores de turismos. El jefe de servicios de Seguridad Vial de la Dirección Provincial de Tráfico, Maximino Fonés, dio también su opinión al respecto: «Es un asunto que compete al Ajuntament. Se ha observado un incumplimiento generalizado por parte de los usuarios al dejar el coche dentro del carril, obstruyendo el tráfico. Esta falta debe haber originado la medida. El Ayuntamiento de Madrid se ha encontrado con un problema similar y lo ha solucionado con balizas de 1 cm de altura. Si esto constituye un peligro para el conductor, no lo podemos precisar con exactitud. Hasta el momento, no hemos tomado medidas del nuevo bordillo de goma, pero por lo general, como más alto es más posibilidades de peligro hay».

Fonés añadió que «se trata de una solución, pero también se puede aplicar una campaña de sensibilización para evitar el mal uso de la calzada y en último término, aplicar medidas coercitivas». El taxista Biel Balaguer opina que «si el carril se respeta, se trata de una buena medida, ya que nos facilita mucho el trabajo. Pero si los coches siguen aparcando al coste que sea, no se avanzará nada. Es básico que se respete esta premisa».