La junta de jueces de Palma acordó esta semana que, de momento, no
se trasladarán a trabajar a las oficinas del Juzgado de Guardia,
instaladas en el sótano del edificio de Vía Alemania. Cada juzgado
trabajará el día de guardia en su propia oficina. Esta decisión se
ha adoptado a pesar de que la plaga de pulgas que ha asolado esta
semana el sótano del edificio judicial ha quedado, de momento,
erradicada tras la fumigación. Según han señalado fuentes
judiciales, los magistrados llegaron a la conclusión que en estos
momentos las instalaciones dejan mucho que desear y se acordó no
volver a utilizarlas hasta que no se realicen una serie de mejoras.
El nuevo Juzgado de Guardia se inauguró hace apenas un año y
medio. En concreto, funciona desde noviembre de 1999. Sin embargo,
ya desde el principio la ubicación de esta oficina en el sótano no
estuvo exenta de polémica, porque los funcionarios se quejaron de
que apenas existía ventilación. Sin embargo, no ha sido este el
único problema que se ha planteado. El sistema de aire
acondicionado instalado en las oficinas ha sufrido muchas averías,
sobre todo en las últimas semanas, y además ha habido quejas
generalizadas de que la labor de limpieza deja mucho que
desear.
El Juzgado de Guardia permanece cerrado desde el pasado lunes,
pero no por esta serie de deficiencias, sino por la presencia de la
plaga de pulgas, cuyo foco se localizó en el patio. Los
funcionarios se negaron a utilizar esta instalación mientras no se
realizara una fumigación e incluso el sindicato CSI-CSIF exigió al
juez decano que ordenara el desalojo completo del edificio,
propuesta que fue rechazada por el magistrado Pedro Barceló.
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