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El cruce de acusaciones entre el conseller de Turisme, Celestí Alomar, y su predecesor en el cargo, José María González Ortea, por el «caso Ibatur» subió ayer de tono hasta llegar, prácticamente, a la descalificación personal. Alomar acusó a González Ortea de pagar con dinero público varios viajes en que le acompañó su mujer, de dejar un «agujero» de 75 millones de pesetas en la Escola d'Hosteleria y de contratar irregularmente al también ex conseller Joan Flaquer. Y todo ello, en una improvisada rueda de prensa que ofreció tras recibir a una delegación de periodistas alemanes.

Alomar, cuyo cese pidió el pasado lunes González Ortea, declaró que entre las «muchas diferencias» entre él y el ex conseller de Turisme «la primera es que González Ortea hace las cosas a escondidas y yo las hago con toda transparencia». Respecto al «agujero» de 250 millones en las cuentas del Instituto Balear de Turismo (Ibatur) que denunció el Fomento de Turismo, el conseller reiteró que se debe a la aportación comprometida por el Govern del PP para la compra del barco que se regaló a la Familia Real.

Alomar subrayó que la esposa del actual portavoz parlamentario del PP «viajaba a cuenta de Ibatur, cosa que yo jamás he hecho ni haré», y citó entre estos desplazamientos pagados con fondos públicos una visita del ex conseller a Venezuela. «Cuando digo que González Ortea es un parásito lo digo en un doble sentido. En sentido que no hace política propia, hace lo que le dicen otros y en el sentido de que utilizaba dinero público para los viajes de su mujer». Asimismo, el conseller de Turismo acusó a González Ortea de firmar un contrato con su compañero de partido y también ex responsable de Turismo Joan Flaquer para que éste realizara un trabajo para el Centro de Investigaciones y Tecnologías Turísticas de las Islas Baleares (CITTIB). «Entregó una fotocopia de un decreto que se había publicado, sin justificar nada», señaló sobre el supuesto trabajo, contratado por 3'2 millones de pesetas. Asimismo, el conseller indicó que cuando su antecesor le traspasó la dirección del departamento autonómico de Turisme «me explicó que tenía un ´agujero´ de 75 millones de pesetas en la Escuela de Hostelería», déficit que, según Alomar, ya ha sido eliminado.

Con respecto a esta polémica, la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, opinó que las «mutuas acusaciones» que mantienen miembros del PP y responsables de Turisme por la gestión del Ibatur «fomentan una mala imagen» de la isla en el exterior. Aunque no quiso valorar de manera extensa el cruce de descalificaciones que desde hace días protagonizan ambas partes porque «no es mi competencia», la máxima responsable del gobierno insular pidió que «por bien de toda Mallorca, se cierre esta polémica».

También opinó ayer Miquel Capellá, presidente de Sa Nostra, en el programa «La Pasarela» de Ultima Hora Radio y dijo que «necesariamente hemos de encontrar una vía de diálogo». Y precisó: «Si hay un momento en el que no se puede dar una situación como la actual, precisamente, es este, en el que unos y otros se necesitan», refiriéndose al enfrentamiento entre el sector turístico y el Govern, ahora a causa de Ibatur.