«Hemos llegado con GESA al acuerdo de repartir la edificabilidad
entre la primera línea, donde están los terrenos, y la parte de
atrás donde se encuentra la subestación, aunque desconozco los
metros exactos», dijo ayer el teniente de alcalde de Urbanisme del
Ajuntament de Palma, Rafel Vidal. GESA acepta trasladar su sede a
San Joan de Déu y el derribo de su actual sede en el Passeig
Marítim, a cambio de «plusvalías millonarias», según fuentes que
conocen la operación.
Todo ello, debido a que Cort recalificará los terrenos tras el
principio de acuerdo alcanzado con GESA. Según explicó Vidal, «GESA
nos cederá, igualmente, los terrenos para prolongar la calle Joan
Maragall, además de 33.000 metros cuadrados delante del Palacio de
Congresos (debajo se construirán unos aparcamientos, ya pactados),
y una parte de la zona verde que hay en el principio de las
Avenidas».
Añadió que el acuerdo prevé «una ampliación de las zonas verdes
y de ocupación en relación a las actuales». «La subestación de Son
Molines quedará integrada en una zona verde junto a la Vía de
Cintura. Espero tener la documentación en el mes de agosto y la
primera semana de septiembre se formará una comisión informativa y
el día 13 se aprobará en un Pleno», señaló. Cort había pedido hace
varios meses un estudio para evaluar cuál tenía que ser el futuro
de la primera línea de la fachada marítima entre la Vía de Cintura
y las Avenidas. El estudio es obra del arquitecto catalán Joan
Busquets.
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