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NEKANE DOMBLÀS/RUIZ COLLADO
La Conselleria de Turisme ha ordenado iniciar la inspección de una serie de hoteles entre los que se encuentran los de la cúpula de la Federación Hotelera, tanto el del presidente de la Federación, Pere Cañellas, como el del vicepresidente, Ignasi Esteve. El objeto de estas inspecciones es detectar posibles casos de sobreocupación en estos alojamientos, ante las sospechas de la Conselleria de que se podrían estar dando casos de overbooking a pesar de las quejas de la Federación Hotelera de los bajísimos niveles de ocupación. Uno de los alojamientos inspeccionados fue el del presidente de la patronal hotelera, Pere Cañellas, que además presentaba una ocupación superior al 110 por ciento, según fuentes no oficiales, aunque esta cifra no ha sido confirmada por la Conselleria de Turisme.

De hecho, en el departamento que dirige el conseller Celestí Alomar reconocieron que se habían realizado inspecciones en una veintena de alojamientos, pero no quisieron confirmar los nombres de los hoteles inspeccionados hasta que los inspectores no elaboren sus conclusiones. La Conselleria de Turisme se mostró muy cauta con esta información y aseguró que, por el momento, ni siquiera se ha abierto ningún expediente, ya que se está a la espera de cotejar los datos de ocupación observados en los hoteles con los consignado en los registros hoteleros. En vista de que no existe expediente, en la Conselleria de Turisme insistieron en que no se pueden facilitar los nombres de los hoteles inspeccionados.

Lo que sí confirmaron fuentes de la Conselleria de Turisme es que las inspecciones se realizaron el pasado viernes, precisamente el día en que la cúpula de la Federación Hotelera junto con otros empresarios del sector almorzaban con el secretario de Estado de Turismo, Juan Costa, para mostrarle su preocupación por los bajos niveles de ocupación de este año. Costa anunció que el Gobierno pondrá en marcha una campaña de promoción entre los principales mercados emisores.

La campaña de inspecciones en estos alojamientos, que ha afectado a los dirigentes de la Federación Hotelera, ha molestado particularmente a la cúpula de la federación y ha vuelto a poner en pie de guerra al sector en contra del Govern. El presidente de la Federación Hotelera, Pere Cañellas, negó las acusaciones y aseguró que, en el momento en que se realizó la inspección en su hotel, no sólo no había overbooking en su hotel, sino que incluso tenía dos habitaciones libres.