Discotecas para todos los gustos. Foto: M.À. Cañellas.

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Las noches palmesanas se han convertido en un reclamo bastante atractivio tanto para la población autóctona como para los turistas que nos visitan. En verano, sobre todo en este mes de agosto, la marcha de Ciutat sobre una metamorfosis bastante apreciable, por lo que podemos compararla con su vertiente invernal. La multitud que inunda las distintas zonas, las terrazas que presentan muchas discotecas para poder disfrutar de la brisa nocturna, las novedades alternativas que se ofrecen y la posibilidad de encontrarse con famosos de toda índole son las diferencias más notables en cuanto a períodos estacionales se refiere.

La caída en picado de Sa Llotja, con motivo del límite horario impuesto por el Ajuntament en su día, ha propiciado la apertura masiva de locales concretamente en dos zonas: Gomila y Club de Mar. La primera, que vivió su época de esplendor hace unos diez años, se ha ido recuperando poco estableciendo distintos pubs que acogen a clientes algo más mayores, la media oscila entre los 25 y los 35 años. Son locales de música variada, panchanguera y algo más llevadera que el house propio de las grandes discotecas. Además, el cliente, agobiado por la muchedumbre, puede tomar la fresca en las terrazas anexas.

Después de entrar en materia en los distintos pubs, la siguiente parada es, sin duda, las discotecas emblemáticas, situadas en el Passeig Marítim. Pacha, Tito's e IB's son las tres alternativas más seguidas. La primera de ellas va dirigida a un público más acomodado y maduro, mientras que en Tito's se concentran los jovenzuelos deseosos de vibrar al son de la música techno-house. En cambio, a Ib's acuden los interesados por un tipo de música mucho más comercial y rítmica, donde se encuentran las típicas canciones de verano.