La Delegación Diocesana de Enseñanza del Obispado de Mallorca, que
desde hace unos días es responsabilidad de María Dolores
García-Carpintero, defendió ayer que los profesores de religión
deben mantener una vida acorde con la doctrina de la Iglesia
Católica. Ante la polémica suscitada por el despido de dos
profesoras de religión en Almería y Canarias -una por haberse
casado con un divorciado y otra por no ir a misa los domingos y
salir de copas con amigos-, la Delegación de Enseñanza de Mallorca
declaró que la Iglesia tiene «el principio fundamental de mantener
la integridad de la fe y que el profesor de religión lleva a cabo
una misión eclesial».
También recalcó que la designación de los profesores por parte
del Obispado se realiza «en base a su formación académica y su
compromiso de fidelidad a la doctrina de la Iglesia y coherencia de
vida entre lo que enseña y lo que practica». No obstante, reconoció
que «en nuestra delegación ha habido absoluta normalidad en la
contratación del profesorado de religión para el curso 2001-2002» y
confirmó que en la Isla no se han dado nunca casos de despidos por
estos u otros motivos.
En todo caso, la Delegación declinó opinar sobre los casos
acontecidos en otras diócesis «por desconocer las peculiaridades
concretas de forma directa» y, para más comentarios, remitió al
comunicado hecho público por la Comisión Episcopal de Enseñanza y
Catequesis de la Conferencia Episcopal Española. En éste se
justifica la no renovación de las dos profesoras mencionadas en
base «al respeto escrupuloso de la legalidad» que faculta y
legitima a cada obispado a proponer cada año escolar a los
profesores que consideren idóneos, y se refuerza la actuación en la
aconfesionalidad del Estado que, aunque paga a los profesores, «no
es competente para determinar los contenidos de la asignatura de
Religión y Moral Católica ni la idoneidad de los docentes que la
imparten».
Para acabar se insiste en que en los casos que ocupan no ha
existido despido, pues el contrato de los profesores de religión
finaliza con cada curso escolar. En efecto, la designación de los
profesores de religión es competencia de los obispados, en virtud
de un pacto firmado por la Santa Sede y el Estado en 1979. En
Balears, la contratación y el pago de estos docentes es
responsabilidad del Govern balear en lo que se refiere tan sólo a
la enseñanza Secundaria desde el 1 de enero de 1998, año en que se
acordó el traspaso de esta competencia. En el caso de los
profesores de Primaria, la competencia sigue siendo del Ministerio
de Educación, ya que en el momento de negociarse el traspaso no se
llegó a un acuerdo en este nivel, según explicó el director general
de Personal Docente de la Conselleria d'Educació, Arnau Amer.
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