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Las fiestas patronales de Fornalutx dieron comienzo un año más con el tradicional Corre Bou, una fiesta popular que cuenta con numerosos partidarios pero también con un alto numero de detractores, como es la Asociación para la Defensa de los Animales, que este año no hizo acto de presencia en el festejo a pesar de que se les esperaba. El bou era un precioso ejemplar de casta y 380 kilos de peso, llamado «Tabaquero», de la Ganadería Pedro Fumado. Se contó con Federico García, director de lidia de la empresa Manolo Martínez, de la plaza de toros de Palma.

Una dotación sanitaria de la Cruz Roja veló por la seguridad de los participantes; además se contó con un amplio cordón policial y de la Guardia Civil, llegada exclusivamente para el evento. Se puede decir que las incidencias fueron las mínimas en el Corre Bou, quizás porque las fuertes lluvias caídas sobre la Isla durante la noche evitaron que el alcohol hiciera los estragos que en años anteriores hizo, demostrando que éste es el enemigo número uno de las fiestas.

Por otra parte hay que decir que la bravura de «Tabaquero» no permitió que los muy valientes se acercaran demasiado a su cumplida cornamenta. Por su parte, el alcalde de Fornalutx, Salvador Sastre, dijo que «las fiestas de este año se merecen un 10 ya que la falta de incidencias hace que nos podamos sentir orgullosos. Además quiero agradecer a la Guardia Civil, Policía Local y Cruz Roja de Sóller su presencia, ya que sin ellos la fiesta no hubiese sido posible. También quiero agradecer a la empresa de la plaza de toros de Palma su buena organización y colaboración para con todos nosotros. Son unas personas muy profesionales que en todo momento han sabido estar en su puesto».

Durante el Corre Bou se hizo entrega de sendos ramos de flores a dos colaboradores de la fiesta, a Toni Puig y a la desaparecida Magdalena Busquets. Fuertes aplausos sonaron en la plaza del municipio que contó con la presencia de unas mil personas. Catalina Morell fue la encargada de coronar el bou, con la tradicional corona de laureles, una tradición que se remonta a más de cien años, cuando una joven virgen del pueblo debía colocar la corona sobre la cabeza del toro como símbolo de pureza. Para finalizar, el alcalde invitó a todos a participar activamente de las fiestas, tanto a los residentes en el municipio como a los visitantes que durante estos días estarán en Fornalutx.