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Por tercer año consecutivo las fiestas del Rei en Jaume de Santa Ponça acogieron en la tarde de ayer los juegos medievales ecuestres. La cita era a las 18.00 horas en la playa. El ambiente caluroso y veraniego que disfrutaban algunos de los turistas contrastó bastante con esta lúdica prueba. En poco más de media hora, la playa se convirtió en un improvisado campo de equitación en circuito cerrado. La arena se inundó de unos treinta jinetes a lomo de su caballo que tenían como principal objetivo disfrutar de las fiestas de su municipio.

Los clubes organizadores de este evento, Club Hípico Ca'n Sis, Ponny Club y Club d'Equitació Es Pas, decidieron introducir en esta última edición, además de los tradicionales juegos, una exhibición ecuestre que consistía en un carrusel, un carro tirado por dos caballos y una demostración de volteo. La primera de estas exhibiciones basaba su técnica en el acompasamiento de dos caballos al son de la música. A su vez, el volteo es la realización de piruetas por parte del jinete a lomo de su mascota.

Los juegos de esta edición no variaron con respecto a otros años. El primero fue la carrera en zic zac, seguido de la captura del pañuelo, la explosión de globos y el corta-cuellos, que consiste en cortar de un solo tajo una calabaza.

Los participantes iban entrando de uno en uno para competir con su contricante.