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Unos 8.000 profesores de colegios públicos más unos 2.000 concertados de escuelas privadas de Balears están llevando a cabo desde el día 3 de septiembre todos los preparativos necesarios para recibir mañana el comienzo de curso. Establecer las normas de convivencia, buscar y organizar el material que se empleará durante las clases, programar los horarios, estructurar las diferentes aulas y preparar las distintas asignaturas que se impartirán son algunas de las actividades que el profesorado ha realizado a lo largo de estos diez días.

Sus vacaciones han sido algo más cortas que la de sus alumnos. La puesta a punto de todos y cada uno de los detalles que conforman la actividad escolar ha requerido, como todos los años, la presencia de estos profesionales de la enseñanza. Con un sentimiento de ilusión en el corazón y con las ganas de cumplir los retos escolares previstos para este año, los maestros de los diversos colegios de las Islas esperan ansiosamente la llegada de los escolares que despertarán con su presencia el adormecimiento temporal que padecían las aulas.

Ellos confiesan que la preparación es un trabajo mucho más duro que la realización del curso escolar. A pesar de sus travesuras, los niños amenizan sus jornadas lectivas y hacen aflorar en el profesorado el espíritu docente que ha adquirido con el paso de los años. Los pasillos de las escuelas se encuentran a estas horas vacíos de alumnos pero inundados de profesores, que ultiman sus tareas para recibir con los brazos abiertos los más de 140.000 alumnos, de entre 3 y 18 años de edad, que iniciarán el curso escolar 2001-2002 en Balears. La tranquilidad que se adueña del ambiente se transformará pronto en el típico barullo escolar.