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La Plataforma que defiende el cierre de la central de Sant Joan de Déu y se opone a la entrada del gasoducto por Es Carnatge se reunió ayer con vecinos de la palmesana barriada de Cala Gamba, que manifestaron su rechazo a la pretensión del Plan Energético del Govern balear de convertir la central de Sant Joan de Déu en punto de entrada del gasoducto cuando conecte con Mallorca. Tras desplegar pancartas con textos alusivos, en un acto en el que también participó el portavoz del GOB, Miquel Àngel March, la Plataforma insistió en su tesis de calificar el gasoducto «un peligro constante y una bomba de relojería por la excesiva cercanía de instalaciones como el aeropuerto de Palma».

Los residentes de Cala Gamba se sienten engañados después de que durante años se les prometiera el desmantelamiento de la central y de que exista un mandato del Parlament para cerrarla. Ahora, aunque el plan rechaza la creación de nuevas plantas eléctricas, sí plantea el mantenimiento de los actuales espacios, sustituyendo instalaciones obsoletas y contaminantes por nuevas unidades y el Govern prefiere mantener Sant Joan de Déu como punto de generación de energía.

Como se recordará, el Plan Energético elaborado por el Govern no prevé el desmantelamiento de la central de Sant Joan de Déu «y, por tanto, condenará a una zona habitada a sufrir las molestias de la generación eléctrica».