Las grandes máquinas pueden quedar fijas e integradas en el futuro museo. Foto: J.M.

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Hace ahora ni más ni menos que un siglo que la sociedad balear comenzó a convivir con la electricidad; una energía que ha cambiado de forma radical la vida cotidiana haciéndola más cómoda. Sólo los más viejos se hacen una idea de lo que era vivir sin corriente y sin luz eléctrica. Los últimos cien años han sido «Els anys elèctrics», tal y como se muestra en la gran exposición conmemorativa que se ha montado en la antigua fábrica de Can Beia, en Alaró, que precisamente fue el primer lugar de Mallorca en poder hacer uso de la electricidad.

El Ajuntament, GESA, Sa Nostra, el Govern balear y el Colegio de Ingenieros han unido sus esfuerzos para conseguir una exposición seria, variada, completa y muy cuidada en todos los detalles. No en vano el coste total del montaje se eleva hasta los más de 40 millones de pesetas. Esta muestra supone el primer paso firme que se ha dado hacia la futura creación de un museo dedicado a la energía y a la electricidad precisamente en la misma fábrica de Can Beia. A pesar de ello queda aún mucho camino por recorrer.

La exposición se abrió al público el pasado sábado, coincidiendo con la feria, pero se prevé que permanezca abierta hasta mayo. Lo que ya se ha conseguido es que los más jóvenes se acerquen a una muestra que tiene un enorme contenido didáctico. Así, ya hay concertadas visitas escolares que contarán con dos monitores e incluirán un itinerario guiado por el pueblo. La exposición en sí se ha ideado como un recorrido a lo largo de la historia de la electricidad y su relación con Mallorca.

Por este motivo se han habilitado cinco grandes espacios que muestran aspectos muy diferentes. La primera etapa incluye los más variados objetos que sirvieron al hombre para obtener luz hasta la invención de la bombilla. Después se desplaza hasta Alaró hace cien años mostrando cómo era su economía y sociedad cuando se construyó la primera fábrica eléctrica. Más adelante se explica cómo llegó la electricidad al resto de pueblos de la Isla. La zona más espectacular y atractiva es el espacio central, donde se exponen una serie de grandes máquinas de producción eléctrica que son auténticas joyas de ingeniería industrial. Estas máquinas quieren mostrar cómo se producía electricidad a partir de gas, carbón o vapor. El propietario de los aparatos, la compañía GESA, y el Ajuntament estudian que estos queden en Alaró integrados en el futuro museo.