Loli Ribera narra sus extraordinarias experiencias ocurridas desde 1987. Foto: J.A.

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Loli Ribera afirma que estuvo en dos ocasiones con extraterrestres. Es su palabra contra la de una inmensa legión de incrédulos, entre los que nos encontramos bastantes. «He dicho en repetidas ocasiones "dice Loli" que si a mí alguien me contara lo que yo cuento, no me lo creería». Mayor sinceridad, imposible.

"Y eso, ¿por qué?
"Porque antes de todo eso, la persona que menos creía en extraterrestres, era yo.

"Pero como bien dijo Santo Tomás...
"Pues sí. Creí en ellos a partir de que estuvieron conmigo, o yo con ellos.

"¿Cómo y cuándo fue? ¿Y cómo reaccionó usted?
"Fue en Pòrtol, julio del 87, cerca de la casita donde estaba durmiendo, de noche, sobre las cuatro de la madrugada. Reaccioné con asombro. Y con ganas de escaparme de allí.

"Sí, pero antes y durante...
"De pronto se había hecho el silencio, dejaron de oírse los ruidos típicos que se escuchan de noche en el campo. Incluso los perros se callaron. Y eso me despertó, salí de la casa y los vi. No medirían más de 70 centímetros y los tomé por niños. Les pregunté que qué hacían allí a esas horas y si querían algo, y ellos, telepáticamente, me comunicaron que venían a buscarme. Y ahí me asusté.

"¿Cómo era su rostro?
"Un tanto desfigurado, con la cabeza algo achatada. Vestían una especie de túnica. A continuación observé que en la misma explanada, pero en el otro lado, había otros de dos metros de altura por lo menos, muy estilizados, también cubiertos por una túnica blanca. Y ahí sí que me asusté. A la mañana siguiente mi marido me preguntó que qué estaba haciendo de noche con aquellos seres y yo no supe qué decirle. Luego, a medida que transcurría el tiempo, lamentaba no haber ido con ellos.

"¿Se había comunicado anteriormente por telepatía?
"Con ellos, no. Soy médium y he hablado con espíritus y entidades de otros niveles, pero jamás había estado frente a frente con extraterrestres.

"¿Qué hizo a raíz de aquel episodio?
"Busqué información, contacté con el coronel Crespí, quien me habló del fenómeno extraterrestre del Gorg Blau. Con su ayuda y la de José Antonio Silva me fui mentalizando poco a poco, convenciéndome de que no estaba loca, ya que lo que había visto no eran alucinaciones.

"¿Tuvo más contactos con ellos?
"Meses después, en noviembre, en el Puig de Randa. Allí me recogieron y me trasladaron a su nave, donde me contaron que venían de Orión con la intención de ayudarnos a controlar las energías terrestres.

"¿Eran niños otra vez?
"Eran adultos. Me trasladaron a la nave nodriza en una especia de ascensor muy parecido al ascensor con el que había soñado muchas veces y que en sueños me trasladaba hasta una sala. Ahí, en esa nave parecida al ascensor, subí a la nodriza a través de una absorción. ¿Que cómo era ésta? Enorme, como una ciudad. Nos trasladábamos por su interior sentados en una silla. Me llevaron hasta una especie de incubadoras y me explicaron que en su interior podían restituir un miembro a cualquier persona. También me contaron que si no intervenían en la Tierra era porque no querían interrumpir nuestro libre albedrío, pero que supiéramos que ellos estaban cerca para ayudarnos.